La densidad ósea, también conocida como densidad mineral ósea (DMO), es un factor importante para comprender la salud general de los huesos. Es una medida de la cantidad de calcio y otros minerales presentes en los huesos. Esta medición puede ayudar a determinar el riesgo de una persona de desarrollar osteoporosis, una enfermedad en la que los huesos se debilitan y son más propensos a romperse. La medición de la DMO también puede utilizarse para evaluar la respuesta al tratamiento de la osteoporosis y predecir el riesgo futuro de fractura.
La medición de la densidad ósea se denomina densitometría. Para ello se realiza un tipo especial de prueba de imagen denominada absorciometría de rayos X de energía dual (DXA), también llamada DEXA o absorciometría de energía dual. La DXA se considera la herramienta más precisa disponible para medir la densidad ósea. Funciona utilizando rayos X para crear imágenes de los huesos de una persona, que luego pueden utilizarse para medir la cantidad de calcio y otros minerales presentes.
Factores de riesgo
Existen varios factores de riesgo asociados a una densidad ósea baja. Estos factores de riesgo incluyen la edad, el sexo, la medicación, factores del estilo de vida como fumar, la dieta y el nivel de actividad, y afecciones médicas como problemas de tiroides, enfermedades inflamatorias y ciertas afecciones genéticas.
Densidad ósea en las mujeres
Las mujeres corren mayor riesgo de desarrollar osteoporosis que los hombres porque suelen tener niveles más bajos de DMO. Además, los huesos de las mujeres son más pequeños y delgados que los de los hombres, y pierden densidad más rápidamente tras la menopausia debido a la disminución de la producción de estrógenos.
Diagnóstico de la osteoporosis
Si una persona corre riesgo de desarrollar osteoporosis, su médico puede solicitar una prueba de densidad ósea para comprobar si se han producido cambios en la resistencia y la estructura óseas. La norma para el diagnóstico de osteoporosis es un descenso de la DMO de al menos 2,5 desviaciones estándar por debajo de la media de un adulto joven, lo que se conoce como puntuación T. Si la puntuación T de una persona es inferior a 2,5, padece osteoporosis.
Prevención y tratamiento de la osteoporosis
Afortunadamente, existen varios tratamientos y medidas preventivas que pueden reducir el riesgo de fractura y mejorar la salud ósea. Entre ellas se incluyen las siguientes:
- Ejercicio con carga – Las actividades con carga, como caminar, correr y bailar, ayudan a estimular el crecimiento óseo y a aumentar la densidad ósea.
- Dieta – Seguir una dieta sana con abundante calcio, vitamina D y otros nutrientes esenciales es importante para la salud ósea en general.
- Dejar de fumar – Fumar puede reducir la densidad ósea, por lo que dejar de fumar puede ayudar a proteger los huesos.
- Medicamentos – Algunos medicamentos, como los bifosfonatos y la calcitonina, pueden ayudar a ralentizar la pérdida ósea y aumentar la densidad ósea.
Resumen
La densidad ósea es un factor clave para evaluar la salud ósea general. Se mide mediante un tipo especial de prueba de imagen denominada absorciometría de rayos X de energía dual (DXA). Las mujeres corren mayor riesgo de desarrollar osteoporosis que los hombres, debido a que sus niveles de DMO suelen ser más bajos. Si una persona corre riesgo de desarrollar osteoporosis, su médico puede solicitar una prueba de densidad ósea para comprobar si se han producido cambios en la resistencia y la estructura óseas. Hay una serie de tratamientos y medidas preventivas que pueden reducir el riesgo de fractura y mejorar la salud ósea, como el ejercicio con pesas, una dieta sana, dejar de fumar y medicamentos.